domingo, 28 de agosto de 2011

El poder de la oración - Testimonio

        En 1995 fuimos, mi fallecido marido, mi hija y yo a Brasil. Un día mi marido y yo cogimos un autobús para ir al centro de la ciudad de Belo Horizonte, donde estábamos hospedados en casa de mi hermana. Luego al entrar en el autobús, sentí un fuerte deseo de orar por nosotros que estaban allí, incluyendo el conductor.
El Espíritu Santo me tocó para orar también por "los chicos de la calle", los llamados "pivetes", que son chicos de todas las edades que asaltan y roban a las personas y en las tiendas.
Llegamos al centro, el autobús se paró en una avenida de mucho tráfico. Me bajé primero, luego en seguida mi marido detrás mía. Entonces, de repente, como se hubieran salido de la nada, surgieron tres chicos, de unos 16 a 18 años, y uno de ellos metió su mano en el bolsillo del pantalón de mi fallecido marido y cogió su monedero, y salió corriendo con sus compañeros. No habían corrido cien metros y se pararon. La gente se juntó al nuestro alrededor, esperando lo peor; nadie decía nada. Les miramos, esperando, mientras el chico que cogió el monedero lo abría y miraba dentro. Estábamos todos en una tensión muy grande; el silencio era absoluto, sepulcral;  se podía oír hasta el vuelo de una mosca...
El chico nos miraba fijamente, y nosotros a él, sin embargo, no sentí ningún temor. Sentía que el aire había un poder muy fuerte, como una lucha entre el bien y el mal.
El chico cerró el monedero y lo envió por el suelo a mi marido, sin tocar ni siquiera una sola moneda, y se dieron la vuelta y se fueron, sin decir palabra. La gente " flipaba", no entendían aquéllo; creo que nadie había visto nunca nada igual; hasta mi marido se quedó fascinado.
Luego en seguida sentí en  mi corazón  una carga muy pesada, para orar por esos chicos de la calle, en especial estos tres; y pedí a Dios que os ayudara a  encontrar el Camino que es Jesús, pues en su palabra Él dice: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí"(Juan 14:6). Le pedí a Jesús que les tocara el corazón con su Santo Espíritu, y se manifestase a ellos grandemente, para su gloria. Puede ser que aquí en la tierra nunca sepa lo que ha pasado con estos chicos, sin embargo, yo creo, sinceramente, que ellos en aquél momento ya estaban siendo encontrados y tocados por Jesús. Un día estaremos todos en el cielo, los que creen en Jesús y entregaron su vida a él, y los veremos, pues Jesús no hace acepción de personas. Él recibe y perdona a todo aquel que se arrepiente de sus pecados y le pide perdón. El ama al pecador, no al pecado.
La oración es un arma poderosa contra los gobernadores de las tinieblas, contra las potestades, contra el mismísimo infierno! Gloria a Dios! ¡Aleluya! Amén.

martes, 23 de agosto de 2011

Poesía:

Se você quer conhecer a teu Deus
e ter uma relação íntima com ele,
leia Sua palavra, e lhe conhecerás
e descobrirás Sua vontade.
Se você quer agradar a teu Deus,
deixa-lhe que Ele te toque,
e te mostre Sua verdade,
em Sua palavra tudo escrito está
para tua vida transformar.
Se insistimos em conservar
coisas da nossa "velha vida",
a nosso Deus não lhe agradará
e do Seu reino nos afastará.
No Seu reino não haverá debilidades,
o pecado ali não tem lugar,
nenhuma maldade poderá entrar
no perfeito reino de Jeová.
No perfeito reino de Jeová
só haverá ali a santidade,
de graça e de amor abundará
o perfeito reino de Jeová.

Pensamiento:

"A amizade é como a sopa, precisa de bons ingredientes para ficar gostosa e nutritiva".

Dê um abraço no teu amigo ou amiga, diga-lhe que lhe amas, e o quanto é importante para você sua amizade.
Chama-lhe por telefone, convida-lhe para comer em tua casa, para tomar um café...Estes são uns dos ingredientes importantes para solidificar uma amizade, vale a pena se esforçar, porque dará bons frutos, pode ter certeza disto.

Poesia:

Que Deus abençõe os teus pés!
Esta foi a frase que ouvi
da boca do meu pai
ao despedir-se de mim
naquela distante tarde.

Sinto que naquele momento
Deus no céu disse: Amém!
porque onde os meus pés pisam
até o mal se trasforma em bem.

Vivi sempre uma vida
completamente desordenada,
fazia o que queria
e não me preocupava com nada.

Mas ao conhecer a Jesus
meu amado Salvador
minha vida tornou-se segura
e cheia de amor.

Tenho paz, tenho amigos
que me amparam no seu lar
sou amada, sou querida
como fui amada lá.

Meu amado pai já não está
como sinto falta do seu olhar!
seus conselhos, seus cuidados
e suas palavras pausadas.

Sábio é o filho que aceita
os conselhos dos seus pais
pois não verá sofrimento
e afastará muitos males.

Pensamientos

"O verdadeiro filho de Deus não tem o direito de pecar; deve passar pela "peneira" da palavra de Deus todos os seus desejos, pensamentos, palavras e ações".

lunes, 22 de agosto de 2011

Rincón de la risa:

Una familia de 06 miembros: el papá, la mamá, y los 04 hijos a la hora de comer. Uno de los hijos mayores pregunta: ¿Mamá, qué hay para comer hoy? La mamá, tragando saliva, porque era la tercera vez en aquella semana que ponía el mismo plato, contesta: - Otra vez alubias, ¡sí señor!
El niño que había preguntado dijo: ¡Oh no, otra vez pedos! Y como eran cristianos, la madre dijo, vamos a orar antes de comer. Y oró así: " Padre nuestro, te queremos pedir en el día de hoy que bendigas estos alimentos, y no permitas Señor, que salga ningún pedo si hay alguien delante...Y en ese momento, uno de los hijos menores
se mete en la oración, y completa: "Y mucho menos si hay alguien detrás". ¡Fue una risa! tanto que ni siquiera pudieron decir amén, ¡jajajajaja!

El amor

Es normal que la gente impía que no conoce a Cristo diga: " No soporto tal persona; tal persona no me cae bien para nada o, no quiero tener ningún tipo de relación con tal persona"; pero no debe ser así con nosotros, los que hemos conocido y gustado del amor de Dios a través de Su Hijo Jesucristo.
Los impíos son carnales y viven en un mundo natural, por eso no perciben las cosas espirituales. Nosotros que somos espirituales vivimos en un mundo sobrenatural, y nos preocupamos con las cosas del Espíritu (Romanos 8:5-14, y 1ª Coríntios 2:12-15). Primeramente hay que perdonar las imperfecciones de las personas, principalmente cuando se trata de un hermano en Cristo; amarlas y orar por ellas, porque nadie es perfecto, tenemos muchas debilidades, y necesitamos de restauración y sanidad emocional, pues venimos de un mundo lleno de conflictos, de falta de amor, etc. El amor es el compañero perfecto del perdón, y si perdonamos, demostramos que tenemos el amor de Dios en nuestro corazón, porque "Dios es amor" ( 1ª Juan 4:7-8).
Si hemos sido heridos por alguien, acordémonos  que Jesús fue herido por MUCHOS. No debemos guardar
rencor, ni dejar crecer ninguna raíz de amargura en nuestro corazón, porque estos sentimientos no provienen de Dios. En una canción que he compuesto dice: " En el reino no habrá debilidad; el pecado allí no tiene lugar; ninguna maldad podrá entrar en el perfecto reino de Jehová".
Hay que despojarse uno de esas ropas sucias, viejas y mal olientes, y " vestirse de amor" (Colosenses 3:14);
de " lino fino, limpio y resplandeciente", que son "las acciones justas de los santos" (Apocalipsis 19:08).
Debemos "soportarnos y perdonarnos unos a otros" (Colosenses 3:13).
La raíz de la crítica y de la murmuración deben ser desarraigadas de la iglesia, pues contaminan la grey de Dios. Hay iglesias que crecen en cantidad de miembro rápidamente, sin embargo no logran sujetar a "sus ovejas", porque no aprendieran  a tejer "la cuerda de amor", ese " hilo invisible" que os mantienen unidos unos a otros. Vienen del mundo, como todos nosotros, y arrastran para dentro de su iglesia la parte mundana, sus debilidades, y quieren conservarlas a todo coste, como si fueran un tesoro, y no permiten que el Espíritu Santo les "empape con Su verdad" y les cambie; son vasos rotos pegados con cinta adhesiva. No pueden crecer en amor, en complicidad y en entrega, porque realmente no conocen al Autor de la vida y de la salvación; el Consumador de la fe, Jesucristo, el Hijo de Dios.
La base de todo que existe es el amor; no hay otro sentimiento más importante y más grande que éste.
El amor es el olor fragante que sube al trono de Dios. En Su palabra Dios enfatizó bien el motivo porqué envió a Su único Hijo Jesucristo al mundo para morir en una cruz: por amor a nosotros, la humanidad (Juan 3:16). La iglesia tiene que primar (destacar) por el amor que os une unos a otros, El amor debe hablar más alto y más fuerte que cualquier predicación, testimonio o servicio prestado a Dios. Si queremos conocer el verdadero amor debemos leer con mucha atención 1ª de Coríntios 13, veamos: " Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor".
Hasta para orar es necesario que amemos, porque si no sentimos amor por los que vamos a orar, ¿cómo podremos orar una oración eficaz y poderosa por las personas, por la ciudad por la cual estamos intercediendo, o simplemente al servicio a Dios?
El amor tiene que ser la flecha que lleva la oración a alcanzar el blanco, la diana; ¿y qué es la diana para uno que ora? Es el corazón de Dios. Si no es así, la oración será como una hoja seca, sin vida, llevada por el viento.
El amor nos hace sentir dependientes; uno que ama realmente desea agradar a su amado o amada. Nosotros que amamos a Jesús somos completamente dependientes de Él; deseamos agradarle en todo, porque sabemos que Él nos ama, con un amor incondicional y sin reservas, por eso se entregó en la cruz del Calvario por nosotros, entregó Su vida para regalarnos el perdón y la vida eterna. Por eso deseamos estar siempre con Jesús, hablarle a Él, agarrarnos a su mano, respirar Su aliento divino, y parecernos más a Él en todo, a cada día. Y es así que ocurrirá también con nuestros hermanos en la fe, que cuando vean que son verdaderamente amados, sin hipocresía, querrán estar con nosotros, ser como nosotros, y entonces podremos ser realmente como "una piña".
El perfume de las flores es que atraen a las abejas, ¿verdad? Las abejas vienen a las flores y se alimentan del polen y del néctar, y después llevan en sus cuerpos el polen a otras flores y las polinizan. El trabajo de la abeja obrera es producir la miel. Nosotros también debemos producir "la miel del amor" para alimentar a otros. ¿Y cómo podremos hacerlo? Fabricando buenos sentimientos y buenos pensamientos hacia los hermanos en la "colmena" de nuestro corazón y de nuestra mente. Produciendo compasión y misericordia por los más débiles en la fe y ayudándolos. Alentándonos unos a otros en las aflicciones, en fin, dando siempre un verdadero y sincero testimonio de amor cristiano, y viéndonos siempre a través de la sangre de Jesús con ojos de amor, como Dios nos ve.
Para que esto sea posible tenemos que hacer como las abejas: ir a la "Rosa de Sarón" y al "Lirio de los Valles" (Cantares 2:1), y alimentarnos de Su néctar de amor, y llevar en nuestro corazón el polen del amor  y polinizar a otros. Entonces, después de fecundados con ese polen de amor, empezarán a dar muchos frutos.
Jesús es la Rosa de Sarón, y el Lirio de los Valles (Cantares 2:1); Él es el río de agua viva (Juan 7:37b, 38), el Verbo, la palabra de Dios (Juan 1:1).
Nadie puede tener ese amor si no va primero a la fluente, y se alimenta hasta saciarse; por eso es muchísimo importante el tener una relación personal e íntima con Jesús. ¿Y cómo logramos eso? Dándole nuestro amor, teniendo un tiempo con Él "en lo secreto" todos los días; orando, leyendo Su palabra; dándole el primero lugar en nuestros asuntos y en nuestra vida; buscando conocerle más y más a cada día, y haciendo Su voluntad en todo. Agradeciéndole por Su bondad y misericordia, y buscando una intimidad con Él a tal punto que nos sintamos completamente enamorados. ¡Amén! Dios os bendiga.

sábado, 20 de agosto de 2011

El Buhonero (Mascate, ambulante)

Nova Esperança era uma pequena e humilde cidade, onde nunca acontecia nada de novo; todos os habitantes viviam uma vida monótona e entediante.
Neste dia estava uma bela manhã; era cedo ainda, mas se podia ver que seria um lindo dia, pois o sol já começava a aparecer timidamente no horizonte.
Muito de manhãzinha, os moradores de Nova Esperança foram acordados pelo barulho de um caminhão que entrava na única praça da cidade. Um homem com um megafone gritava com todas as suas forças: "Moradores de Nova Esperança, acordem! Hoje será um dia de muita alegria para todos vocês! Vim aqui para trocar tudo o que vocês têm de velho e inútil em vossas casas por algo novo e útil! Não deixem passar esta oportunidade; vinde, pois, e trazei tudo o que está velho, tudo que estiver quebrado e eu trocarei pelo que vocês escolherem do meu caminhão; hoje será um dia especial para esta cidade!
Os vizinhos observavam das janelas, assustados e curiosos, porque nunca tinham visto nada igual, estavam acostumados com suas vidas monótonas, e isso era realmente uma grande novidade! Alguns se atreveram a ir para fora, para ver de perto aquele homem que agitava todo o povo. A curiosidade lhes fazia juntar-se na praça, ao redor do caminhão, e miravam ao homem, completamente extasiados, como se estivessem hipnotizados por aquela voz. Imediatamente alguns foram correndo à sua casa, e voltaram trazendo em seus braços todo tipo de coisas como: utensílios domésticos, sapatos, quadros, roupas, lâmpadas...e tudo que traziam era imediatamente trocado por alguma coisa de utilidade do caminhão daquele raro personagem.

Esta parábola se pode comparar com o evento maior e mais importante que acontece na vida daqueles que recebem a Jesus Cristo, o Filho de Deus, no seu coração como Senhor e Salvador.
Não é a antiga história do gênio da lâmpada; é a história mais real, séria e importante das nossas vidas.
Jesus é como esse mascate, Ele vem para transformar nossas vidas, para mudar o "velho" pelo "novo".
Ele diz em sua palavra que temos que "nascer de novo" (João 3:7), da "água e do Espírito" (João 3:5), e só assim entraremos no reino de Deus. Aquele que não permite que o Espírito Santo faça a obra de regeneração e restauração em sua vida, e quer continuar a viver como o "velho homem", continua nascido da carne, não nasceu de novo espiritualmente, como está escrito: "O que é nascido da carne, é carne ; e o que é nascido do
Espírito é espírito" (João 3:6). Precisamos "nascer de novo", porque devido ao pecado de desobediência cometido por nossos primeiros pais Adão e Eva, todos nós nascemos espiritualmente mortos.
Dê o teu duro coração para Jesus, e Ele vai trocar o teu coração de pedra por um novo coração de carne.
Entregue-lhe teus velhos hábitos, teus velhos vícios, tua velha maneira de pensar, de agir e de falar. Confessa-lhe teus mais íntimos pecados, e entrégue-lhe, e Ele vai perdoar e apagar teus pecados, e não se lembrará mais deles: "Vinde  então, e argüi-me, diz o Senhor: ainda que os vossos pecados sejam como a escarlata, eles se tornarão brancos como a neve; ainda que sejam vermelhos como o carmesim, se tornarão como a branca lã" (Isaías 1:18),
Jesus não é o gênio da lâmpada, nem um mágico; Ele é o unigênito Filho de Deus, o Rei dos Reis, o Senhor dos Senhores. Ele é o Caminho, a verdade e a vida, e ninguém vai ao Pai, senão por Ele" (João 14:6).
Ele não vai te dar apenas três desejos; Ele vai te dar o seu eterno amor, o seu perdão, sua própria vida, seu sangue, sua saúde, seu caráter, sua santidade...
Dê a Ele tuas emoções, tuas feridas e mágoas, teus medos. Ele é o teu médico, teu psicólogo, teu curador.
Ele troca a tua vida mortal por uma vida imortal, eterna.
Na Biblia diz: "porque sabemos que  e a nossa casa terrestre, este tabernáculo (que é o nosso corpo carnal) se desfizer, temos da parte de Deus um edifício, uma casa não feita por mãos, eterna, nos céus, e por isso também gememos, desejando ser revestidos da nossa habitação celestial, que é do céu, porque estando vestidos, não seremos achados nus" (2ª Coríntios 5:1-3). Todos nós devemos querer ardorosamente, ser transformados conforme o caráter   de Cristo; devemos desejar, e permitir que o Espírito Santo faça essa transformação, mesmo que doa. Se permitimos que Ele troque o nosso "velho homem" pelo "novo", já poderemos tomar posse e desfrutar desse novo lar celestial, o novo corpo transformado e restaurado por Deus. Eu acho que nenhum de nós gostaria de ter uma morada faltando portas, janelas, com o telhado e as paredes quebradas, certo? Estas são as áreas de nossas vidas que mais necessitamos trazer a Jesus (como: falar ou pensar mal dos outros, ser egoísta, soberbio, mentirosos, etc. ), e confiar nele porque Deus diz em sua palavra: "tendo por certo isto mesmo, que aquele que em vós começou a boa obra a aperfeiçoará até o dia de Cristo Jesus" (Filipenses 1:6), O dia de Jesus Cristo é o dia em que nos apresentaremos diante de Deus, seja quando Jesus retorne para levar ao céu o seu povo, ou quando morremos.
Então, facilitemos o trabalho de Jesus; entreguemos toda nossa vida em suas preciosas mãos, sem desculpas, colocando-o em primeiro lugar, como lhe corresponde, e felizes de ser transformados à sua imagem e semelhança. É um grande previlégio, não é? Deus abençõe a todos vocês.

viernes, 19 de agosto de 2011

Pensamento:

"Quem despreza um amigo/a sincero/a, despreza a bem-aventurança de momentos preciosos de cumplicidade.

A paz do Senhor!

Nota: Por causa da dificuldade que muitos leitores têm para ler e entender o que está escrito em espanhol, resolvi escrever também em português; espero que tudo seja de edificação para as nossas vidas. Que Deus lhes abençoe. Amém.

martes, 16 de agosto de 2011

Parábola

                                             El buhonero

Nueva Esperanza era un pequeño y humilde pueblo.dónde nunca acaecía nada; todo el pueblo vivía una vida monótona y aburrida.
Es éste día hacía una mañana preciosa. Era muy temprano todavía, pero ya se podía ver que tendrían un hermoso día, pues el sol ya empezaba a aparecer tímidamente en el horizonte.
Muy temprano, los habitantes de Nueva Esperanza fueron despertados por el ruido de un camión que entraba en la única plaza del pueblo. Un hombre con un megáfono gritaba a plenos pulmones: ¡Pueblo de Nueva Esperanza, despertaos! ¡Hoy es un día de mucha alegría para todos ustedes; ha llegado el buhonero, el que cambia lo viejo por lo nuevo! ¡Venid luego, traed todo lo que tienen de viejo e inservible, todo que está roto; hoy será un día especial e inolvidable para este pueblo!
Los vecinos miraban por las ventanas asustados y curiosos, porque nunca habían visto algo semejante; estaban acostumbrados con sus pobres vidas monótonas y ésto era realmente una gran novedad. Algunos se atrevieron a salir a la calle a ver de cerca ese extraño hombre que alborotaba todo el pueblo. La curiosidad les hacía aglomerarse en la plaza alrededor del camión del buhonero, y le miraban completamente extasiados, como si estuvieran hipnotizados por aquella voz.
Algunos en seguida se iban corriendo a sus casas, y volvían trayendo en sus brazos toda suerte de cosas, como: utensilios de cocina, zapatos, cuadros, ropas, lámparas...y todo lo que traían era inmediatamente cambiado por algo de utilidad del camión de aquél raro personaje.

Ésta parábola se puede comparar con el acontecimiento más grande e importante que ocurre en la vida de los que reciben a Jesucristo, el Hijo de Dios, en sus corazones como su Señor y Salvador.
No es el cuento del genio de la lámpara maravillosa; es la historia más real, seria e importante de nuestras vidas. Jesús es como ese buhonero; Él viene a transformar nuestras vidas; a cambiar lo viejo por lo nuevo. Él dice en Su palabra que tenemos que "nacer de nuevo" (Juan 3:7), " del agua y del Espíritu" (Juan 3:5), pues sólo así entraremos en el reino de Dios.
Aquél que no permite que el Espíritu Santo haga la obra de regeneración y restauración en su vida y quiere continuar a vivir como "el viejo hombre", continua nacido de la carne, no ha nacido de nuevo espiritualmente, como está escrito: "Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es"(Juan 3:6). Es necesario "nacer de nuevo", porque debido al pecado de desobediencia que  cometieron  nuestros primeros padres Adán y Eva, todos hemos nacidos ya muertos espiritualmente.
Entrega tu duro corazón a Jesús, y Él cambiará tu corazón de piedra por un nuevo corazón de carne. Entrégale tus viejos costumbres, tus viejos vicios, tu vieja manera de pensar, de actuar y de hablar. Confiesa a Él tus más íntimos pecados y entrégale, y Él te perdonará y borrará tus pecados, y no se acordará más de ellos: "Venid luego, dice el Señor, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaías 1:18).
Jesús no es el genio de la lámpara, ni tampoco un mago; Él es el unigénito Hijo de Dios, el Rey de Reyes y Señor de Señores. Él es el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6). Él no te regalará solamente tres deseos; Él te regalará su amor, su perdón, su propia vida, su sangre, la sanidad, y su santidad.
Entrégale tus emociones, tus heridas, tus temores; Él es tu médico, tu psicólogo, tu sanador. Él cambia tu vida mortal por una vida inmortal.
En la Biblia dice: "porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo (que es nuestro cuerpo carnal) se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos; y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial, pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos" (2ª Coríntios 5:1-3). Todos nosotros debemos desear ser transformados conforme en carácter de Cristo; debemos anhelar y permitir al Espíritu Santo que haga esa transformación
aunque nos duela. Si permitimos que Él cambie nuestro "viejo hombre" por un "nuevo" ya podremos tomar posesión y disfrutar de esa nueva morada celestial, el nuevo cuerpo transformador y restaurado por Dios.
Creo que ninguno de nosotros deseamos tener una morada celestial faltando puertas, ventanas, con el tejado o el muro roto, ¿verdad? Éstas son las áreas de nuestras vidas que debemos entregar a Jesús. Dios dijo en su palabra: " Aquel que la buena obra empezó, será fiel en completarla hasta el día de Jesucristo" (Filipenses 1:6). "El día de Jesucristo" es el día que vamos presentarnos delante de Él, sea cuando Él vuelva, o cuando nos muramos. Entonces, facilitemos la labor de Cristo, rindamos toda nuestra vida a Él, sin excusas, gozosos de poder ser cambiados y transformados a su imagen y semejanza; ¿Qué privilegio, verdad? Dios os bendiga.

Pensamiento

"El verdadero hijo de Dios no tiene derecho a pecar; debe pasar por la criba de la Palabra de Dios todos sus deseos, pensamientos, palabras y obras".

lunes, 15 de agosto de 2011

Carta Personal de Dios Padre a Su creación

Querido/a hijo/a:
Quiero que tú conozcas lo que he planeado para tu vida al crearte. Te he creado para tener una relación personal e íntima conmigo. Quiero que seas mi amigo/a, el compañero/a que anhelo. Quiero que me conozcas, que sientas en tu corazón en mismo amor que siento por ti. Te amo, hijo/a, necesito tu amistad. Mi anhelo es que encuentres la verdadera  felicidad, y que mi paz reine en tu corazón.
Tú puedes pensar que, por ser Dios, tengo todo lo que me propongo, y es verdad, pero no quiero tenerlo por la fuerza. Quiero que mis hijos/as me amen verdaderamente, con un corazón sincero, sin reservas, incondicionalmente, para que yo pueda bendecirles con una felicidad completa.
En el principio mis hijos Adán y Eva eran lo que yo había soñado; eran obedientes, me hacían feliz, eran como "las niñas de mis ojos". Yo me reía con ellos, y andaba con ellos en el Edén al aire del día, y ellos disfrutaban de mi compañia. Me contaban sus más íntimos deseos, y yo les complacía en todo, porque quería que se sintieran contentos y felices. ¡Yo creo que no se aburrían en mi compañia, creo que también la deseaban! Yo les hice libres, y podían hacer cosas por su propia iniciativa, sin tener que consultarme o presentarme cuentas a todo momento, no les hice como robots.
En el Edén donde les puse a vivir no habían ángeles protectores, porque no vi necesidad de ponerlos allí; confiaba plenamente en mis hijos Adán y Eva, y además no quería que ellos se sintieran vigilados.
Yo tengo un enemigo que se llama Satanás; en el principio él se llamaba Lucero, y era un querubín hermoso.
Tenía la apariencia de bueno y se mostraba siempre obediente, pero en su corazón albergaba la codicia y la envidia, y su deseo era el ser poderoso como yo; deseaba levantar un trono como el mío, y ser semejante a mí. Él causó mucha disensión y división entre mi séquito de ángeles en el cielo. No se contentaba en ser mi querubín preferido, en quien yo ponía toda mi confianza, y pudo, con su sabiduría maligna, contaminar a muchos de mis ángeles, que como él fueron también echados del cielo. Su intención nunca fue hacer un reino de amor y paz como el mío; él sólo pensaba en sí mismo; quería tener ángeles a su servicio para hacerlos prisioneros e infelices. Yo tuve que echarlo del cielo juntamente con los ángeles que se unieron a él, engañados por sus promesas mentirosas.
Yo hice nacer en el Edén todo árbol que daba frutos para comer, y dí permiso a mis hijos Adán y Eva para comer de ellos. Hice también nacer un árbol que puse el nombre de "árbol de la ciencia del bien y del mal", y les prohibí, terminantemente que comiesen de los frutos de ese árbol; fue mi única condición, y les dije que, si ellos comiesen, ciertamente morirían.
Entre las ramas de ese árbol, mi enemigo Satanás se escondió, disfrazado en una serpiente, para tentar a mis hijos y convencerlos de que yo me había equivocado, y que si ellos comiesen del árbol prohibido no morirían, y sí, que serían abiertos sus ojos y serian como dioses, sabiendo el bien y el mal. Mis hijos Adán y Eva me conocían y sabían que yo jamás les mentiría, y que todo lo que yo hacía o les enseñaba, era para su propio bien, para su felicidad. Pero ellos escogieron oír y obedecer a mi enemigo, y comieron del fruto prohibido; y así entró el pecado en la humanidad, el pecado de la desobediencia, y yo no tuve otra opción que echarles del paraíso que había creado para ellos.
Con todo eso que ocurrió la humanidad se quedó en manos de mi enemigo, que siguió obrando en sus corazones, de generación en generación.
Su maldad se extendía velozmente, y mi corazón lloraba y dolía al ver como las personas, contaminadas por mi enemigo, se hacían daño y se mataban entre ellos; el amor y la paz habían desaparecido de la faz de la tierra. El mundo de amor y paz que yo había creado se había transformado en un caos...
Yo probé de todo: hice leyes para poner orden en el mundo; envié profetas para hablarles y hacerles volver de sus malos caminos, pero no quisieron oírles, y muchos de esos profetas fueron apedreados y hasta muertos...
¿Qué debía hacer yo. Pensé: "Tengo que poner en marcha mi plan perfecto. Debo destruir ese enemigo definitivamente. Pero si yo le destruyo y le hago desaparecer de la tierra, mis hijos se volverán a mí por la fuerza. Ese no es mi plan, porque no he creado robots. He creado personas con libre albedrío; no debo hacerles volver a mí porque no tienen otra alternativa o por miedo.Yo os amo mucho, y puse en sus corazones sentimientos y valores que debo respetar. Yo tengo que hacer por ellos algo muy grande...tengo que probarles cuánto los amo...daré mi vida...
Y yo, mis queridos hijos, había decidido regalarles lo más precioso que tenía: mi único y amado Hijo.
Al hablar con mi hijo Jesús le expliqué mi plan; era un plan de salvación donde Él tendría que sufrir mucho,
ser humillado, azotado, y derramar su sangre, muriendo en una cruz, y lo peor sería que yo tendría que abandonarlo en el momento más crítico de su angustia...
Mi hijo Jesús estuvo totalmente de acuerdo, porque sabía que esa era la única esperanza para la humanidad.
A Él le dolía mucho también el ver que el mundo estaba caminando a la destrucción . Desde el principio Él supo lo que conllevaba ese plan; Él estaba libre para decidir, pero yo no tuve que convencerle, pues Él amaba mucho a la humanidad. Él estuvo conmigo durante todo el proceso de la creación, juntamente con el Espíritu Santo (Gen. 1:26). Mucha gente piensa que he hecho todo solo, pero si escudriñan las Escrituras verán que fue una obra conjunta. Mi hijo Jesús vino al mundo conforme mis planes: nació de una mujer virgen por obra del Espíritu Santo que la cubrió. Se entregó voluntariamente  en manos de sus verdugos, y pagó en la cruz por todos los pecados de la humanidad, dio su vida para rescatar  las vidas, y para regalarles la vida eterna.
Fue una muerte cruel, humillante, pero nadie podría sustituirle en esa cruz. Fue expuesto a toda clase de vituperios, de humillaciones; fue burlado, escupido, azotado...
Ahora me duele mucho ver que algunas personas no comprenden la magnitud de ese sacrificio. Mi hijo Jesús dio su vida para salvar a la humanidad de una muerte eterna.
Yo sé que muchos creen en mí y piensan que esto es lo suficiente, pero no lo es. Si así lo fuera, yo no tendría que sacrificar la vida de mi Hijo de mi alma, mi Hijo de mi corazón. ¿Tú piensas que fue fácil para mí entregar
mi Hijo para un sacrificio de esa envergadura? Él hizo ese sacrificio por amor a cada uno de vosotros. Él, solamente Él merece toda la gloria, toda honra, toda la alabanza, toda adoración, y todo agradecimiento de vuestra parte. ¡Piénsalo bien! Recíbalo en tu corazón ahora mismo,¡ no espere más!

"Querido Jesús, ahora he comprendido que realmente me amas con un amor incondicional, y quiero rogarte
que me perdones todos mis pecados pasados, presentes y futuros. Te pido que me limpies de toda maldad,
y que vengas a vivir para siempre en mi corazón. Yo creo en tu palabra, y en el sacrificio que has hecho en la cruz del Calvario, al entregarse a la muerte por mí, siendo que yo merecía estar en tu lugar, y sé que es por tu gracia, porque no lo merezco. Creo que tú eres el Hijo de Dios, y que Él te levantó de los muertos al tercer día. Te pido, Señor, que tomes el control y que cumplas tus propósitos en mi vida. Deseo que me ayudes también a cambiar, que yo pueda tener tu carácter, ser como tú, pues mi intención a partir de hoy es agradarte en todo. Te agradezco por haberme dado esta oportunidad a través de tu siervo/a que me ha hablado de tu salvación y me ha llevado al arrepentimiento. Gracias Jesús.

viernes, 12 de agosto de 2011

Rincón de la risa:

Anécdota:

Unos padres llevan su hijo de 3 años de edad al tanatorio
para velar el cuerpo de un vecino, un anciano de 90 años.
La madre coge en brazos al niño para que él pueda ver
al muerto. El niño mira al muerto dentro del ataúd y dice,
con lágrimas en los ojos: ¡Pobre hombre, mamá! Él está
muy enfermo, ¿verdad?

Poesía

¡Dios bendiga a tus pies!
Ésta es la frase que oí
de la boca de mi padre,
al despedirse de mí
en aquélla lejana tarde.

Siento que en aquél momento
Dios en el cielo dijo, ¡amén!
Porque donde mis pies pisan
hasta el mal se transforma en bien.

He vivido una vida
completamente desordenada
hacía lo que quería
y no me preocupaba con nada.

Pero al conocer a Jesús
mi amado Salvador
mi camino se volvió seguro
y lleno de amor.

Tengo paz, tengo amigos
que me cobijan en su hogar
soy amada, soy querida
como he sido amada allá.

Mi amado padre ya no está
¡Cómo añoro su mirada!
sus consejos, sus cuidados,
sus palabras pausadas.

Sabio es el hijo que acepta
los consejos de sus padres
pues ahorrará sufrimiento
y apartará muchos males.

Pensamientos

"Quien desprecia un/a amigo/a sincero/a, desprecia la dicha de momentos preciosos de complicidad"

miércoles, 3 de agosto de 2011

Poesía

Si quieres conocer a tu Dios
y tener una relación
íntima con Él,
lee Su Palabra, y lo conocerás
y descubrirás Su voluntad.
Si quieres agradar a tu Dios
déjale que te toque
y te muestre Su Verdad,
en Su Palabra todo escrito está
para tu vida transformar.
Si insistimos en conservar,
cosas de nuestra vieja vida,
a nuestro Dios no le agradará,
y de Su reino nos apartará.
En el reino no habrá debilidad,
el pecado allí no tiene lugar,
ninguna maldad  podrá entrar,
en el perfecto reino de Jehová.
En el perfecto reino de Jehová
sólo habrá allí la santidad,
la gracia y el amor abundará
en el perfecto reino de Jehová.

¿Dónde se ocultó la felicidad?

      Una de las cosas que el ser humano más busca es la felicidad, y lo que más se oye es que no son felices.
Éste es infeliz porque no tiene dinero, el otro porque le falta la salud; otro porque su pareja le abandonó, y el otro porque nadie le quiere.
Uno reclama de la soledad, otro de la familia numerosa que le agobia con mil problemas.
Uno culpa el exceso de trabajo, el otro reclama de la falta de él;
Uno ama la lluvia, el viento, el frío...otro aborrece el tiempo que no le permite disfrutar de la playa, de los helados y del calor del sol.
En todo este panorama, el ser humano continúa en busca de la felicidad.
¿Dónde se ocultó la felicidad?
Soberanamente sabio, Dios no puso la felicidad en el gozo de los placeres carnales. Además, una criatura necesita de otra para alcanzar su plenitud, pero cada vida es independiente, y en la mayoría de las veces uno tiene que dejar su pareja sola aquí en la tierra, y presentarse delante de Dios en la eternidad.
Amoroso y bueno, Dios no puso también la felicidad en la belleza del cuerpo, porque ella es pasajera; los años pasan y la belleza cambia. La piel antes fina y delicada, sin arrugas y sin manchas no resisten al paso del tiempo, y los conceptos de belleza se modifican: lo que ayer era exaltado, hoy ya no merece aplauso.
Tampoco Dios puso la felicidad en la conquista de los logros humanos, porque todo eso es igualmente transitorio: los trofeos hoy conquistados mañana pasarán a otras manos.
Igualmente Dios no puso la felicidad en la salud o en la fuerza del cuerpo, que hoy se presenta y mañana se ausenta.
En fin, Dios, perfecto en todas sus cualidades y obras no puso la felicidad en nada que dependiera del ser humano, de alguna cosa externa, de un tiempo o de un lugar.
Estableció sí, que la felicidad depende exclusivamente de nuestra relación con Él; brota de nuestra intimidad con Dios. Como enseñó Jesús, nuestro Maestro: "El reino de los cielos está dentro de vosotros"; por eso se hace posible la felicidad aquí en la tierra, y goza de ella la persona que no pone obstáculos y condiciones externas para conquistarla. Es feliz aquél que tiene conciencia de su condición de hijo de Dios, inmortal, coheredero con Cristo Jesús. El que no se ata a pequeñas cosas, porque sabe que ya no es esclavo, y tiene sus ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Si tiene familia, es feliz porque tiene personas para amar, para cuidar y proteger. Si no la tiene, ama a quien se presente, ayudando al pobre, a la viuda y al huérfano que se sienten solos.
Si tiene salud, usa sus días para hacer el bien; si la enfermedad se presenta, agradece a Dios la oportunidad de poder poner en acción su fe y recibir la sanidad divina.
Si tiene un techo es feliz, porque puede hospedar a otro hermano, recibir amigos...Si no lo tiene, vive con dignidad y consciente que nada en verdad le pertenece. Nada lo perturba...
Finalmente, el hombre feliz es aquél que reconoce que la tierra es solamente un lugar de paso, una escuela de aprendizaje. Que sabe que vino para aprender a ser mejor persona, pero terminado su tiempo, volverá a su antigua morada.
La verdadera felicidad consiste en la conquista de bienes no perecederos, en buscar en reino de Dios y su justicia. Y la felicidad tiene un nombre que es sobre todo nombre: "Jesús"; y la alcanza todo aquél que entrega su vida en Sus preciosas manos.
¿No tienes dinero, un trabajo, un techo? Él te proveerá: "Salmo 68:10, Salmo 23".
¿No tienes salud? Él te sanará, porque ha dado Su vida en la cruz del Calvario, para tú puedas disfrutar de una vida plena y abundante (Isaías 53).
¿Te sientes solo y rechazado? Ven a Él, pues Él nunca te rechazará, y además, estará contigo para siempre (Juan 6:37 y Mateo 28:20).
Ven a Jesús, Él es la felicidad que tanto anhelas y buscas. Dios os bendiga.

Pensamientos

"La amistad es como la sopa, necesita de buenos ingredientes para ser rica y nutritiva".

Dale un abrazo a tu amigo/a, dile cuánto le quieres y cuán es importante para ti su amistad. Llámale por teléfono, invítale a comer, a tomar un café...Estos son unos de los ingredientes importantes para solidificar una amistad; vale la pena esforzarse, pues dará buenos frutos.