domingo, 28 de agosto de 2011

El poder de la oración - Testimonio

        En 1995 fuimos, mi fallecido marido, mi hija y yo a Brasil. Un día mi marido y yo cogimos un autobús para ir al centro de la ciudad de Belo Horizonte, donde estábamos hospedados en casa de mi hermana. Luego al entrar en el autobús, sentí un fuerte deseo de orar por nosotros que estaban allí, incluyendo el conductor.
El Espíritu Santo me tocó para orar también por "los chicos de la calle", los llamados "pivetes", que son chicos de todas las edades que asaltan y roban a las personas y en las tiendas.
Llegamos al centro, el autobús se paró en una avenida de mucho tráfico. Me bajé primero, luego en seguida mi marido detrás mía. Entonces, de repente, como se hubieran salido de la nada, surgieron tres chicos, de unos 16 a 18 años, y uno de ellos metió su mano en el bolsillo del pantalón de mi fallecido marido y cogió su monedero, y salió corriendo con sus compañeros. No habían corrido cien metros y se pararon. La gente se juntó al nuestro alrededor, esperando lo peor; nadie decía nada. Les miramos, esperando, mientras el chico que cogió el monedero lo abría y miraba dentro. Estábamos todos en una tensión muy grande; el silencio era absoluto, sepulcral;  se podía oír hasta el vuelo de una mosca...
El chico nos miraba fijamente, y nosotros a él, sin embargo, no sentí ningún temor. Sentía que el aire había un poder muy fuerte, como una lucha entre el bien y el mal.
El chico cerró el monedero y lo envió por el suelo a mi marido, sin tocar ni siquiera una sola moneda, y se dieron la vuelta y se fueron, sin decir palabra. La gente " flipaba", no entendían aquéllo; creo que nadie había visto nunca nada igual; hasta mi marido se quedó fascinado.
Luego en seguida sentí en  mi corazón  una carga muy pesada, para orar por esos chicos de la calle, en especial estos tres; y pedí a Dios que os ayudara a  encontrar el Camino que es Jesús, pues en su palabra Él dice: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí"(Juan 14:6). Le pedí a Jesús que les tocara el corazón con su Santo Espíritu, y se manifestase a ellos grandemente, para su gloria. Puede ser que aquí en la tierra nunca sepa lo que ha pasado con estos chicos, sin embargo, yo creo, sinceramente, que ellos en aquél momento ya estaban siendo encontrados y tocados por Jesús. Un día estaremos todos en el cielo, los que creen en Jesús y entregaron su vida a él, y los veremos, pues Jesús no hace acepción de personas. Él recibe y perdona a todo aquel que se arrepiente de sus pecados y le pide perdón. El ama al pecador, no al pecado.
La oración es un arma poderosa contra los gobernadores de las tinieblas, contra las potestades, contra el mismísimo infierno! Gloria a Dios! ¡Aleluya! Amén.

martes, 23 de agosto de 2011

Poesía:

Se você quer conhecer a teu Deus
e ter uma relação íntima com ele,
leia Sua palavra, e lhe conhecerás
e descobrirás Sua vontade.
Se você quer agradar a teu Deus,
deixa-lhe que Ele te toque,
e te mostre Sua verdade,
em Sua palavra tudo escrito está
para tua vida transformar.
Se insistimos em conservar
coisas da nossa "velha vida",
a nosso Deus não lhe agradará
e do Seu reino nos afastará.
No Seu reino não haverá debilidades,
o pecado ali não tem lugar,
nenhuma maldade poderá entrar
no perfeito reino de Jeová.
No perfeito reino de Jeová
só haverá ali a santidade,
de graça e de amor abundará
o perfeito reino de Jeová.

Pensamiento:

"A amizade é como a sopa, precisa de bons ingredientes para ficar gostosa e nutritiva".

Dê um abraço no teu amigo ou amiga, diga-lhe que lhe amas, e o quanto é importante para você sua amizade.
Chama-lhe por telefone, convida-lhe para comer em tua casa, para tomar um café...Estes são uns dos ingredientes importantes para solidificar uma amizade, vale a pena se esforçar, porque dará bons frutos, pode ter certeza disto.

Poesia:

Que Deus abençõe os teus pés!
Esta foi a frase que ouvi
da boca do meu pai
ao despedir-se de mim
naquela distante tarde.

Sinto que naquele momento
Deus no céu disse: Amém!
porque onde os meus pés pisam
até o mal se trasforma em bem.

Vivi sempre uma vida
completamente desordenada,
fazia o que queria
e não me preocupava com nada.

Mas ao conhecer a Jesus
meu amado Salvador
minha vida tornou-se segura
e cheia de amor.

Tenho paz, tenho amigos
que me amparam no seu lar
sou amada, sou querida
como fui amada lá.

Meu amado pai já não está
como sinto falta do seu olhar!
seus conselhos, seus cuidados
e suas palavras pausadas.

Sábio é o filho que aceita
os conselhos dos seus pais
pois não verá sofrimento
e afastará muitos males.

Pensamientos

"O verdadeiro filho de Deus não tem o direito de pecar; deve passar pela "peneira" da palavra de Deus todos os seus desejos, pensamentos, palavras e ações".

lunes, 22 de agosto de 2011

Rincón de la risa:

Una familia de 06 miembros: el papá, la mamá, y los 04 hijos a la hora de comer. Uno de los hijos mayores pregunta: ¿Mamá, qué hay para comer hoy? La mamá, tragando saliva, porque era la tercera vez en aquella semana que ponía el mismo plato, contesta: - Otra vez alubias, ¡sí señor!
El niño que había preguntado dijo: ¡Oh no, otra vez pedos! Y como eran cristianos, la madre dijo, vamos a orar antes de comer. Y oró así: " Padre nuestro, te queremos pedir en el día de hoy que bendigas estos alimentos, y no permitas Señor, que salga ningún pedo si hay alguien delante...Y en ese momento, uno de los hijos menores
se mete en la oración, y completa: "Y mucho menos si hay alguien detrás". ¡Fue una risa! tanto que ni siquiera pudieron decir amén, ¡jajajajaja!

El amor

Es normal que la gente impía que no conoce a Cristo diga: " No soporto tal persona; tal persona no me cae bien para nada o, no quiero tener ningún tipo de relación con tal persona"; pero no debe ser así con nosotros, los que hemos conocido y gustado del amor de Dios a través de Su Hijo Jesucristo.
Los impíos son carnales y viven en un mundo natural, por eso no perciben las cosas espirituales. Nosotros que somos espirituales vivimos en un mundo sobrenatural, y nos preocupamos con las cosas del Espíritu (Romanos 8:5-14, y 1ª Coríntios 2:12-15). Primeramente hay que perdonar las imperfecciones de las personas, principalmente cuando se trata de un hermano en Cristo; amarlas y orar por ellas, porque nadie es perfecto, tenemos muchas debilidades, y necesitamos de restauración y sanidad emocional, pues venimos de un mundo lleno de conflictos, de falta de amor, etc. El amor es el compañero perfecto del perdón, y si perdonamos, demostramos que tenemos el amor de Dios en nuestro corazón, porque "Dios es amor" ( 1ª Juan 4:7-8).
Si hemos sido heridos por alguien, acordémonos  que Jesús fue herido por MUCHOS. No debemos guardar
rencor, ni dejar crecer ninguna raíz de amargura en nuestro corazón, porque estos sentimientos no provienen de Dios. En una canción que he compuesto dice: " En el reino no habrá debilidad; el pecado allí no tiene lugar; ninguna maldad podrá entrar en el perfecto reino de Jehová".
Hay que despojarse uno de esas ropas sucias, viejas y mal olientes, y " vestirse de amor" (Colosenses 3:14);
de " lino fino, limpio y resplandeciente", que son "las acciones justas de los santos" (Apocalipsis 19:08).
Debemos "soportarnos y perdonarnos unos a otros" (Colosenses 3:13).
La raíz de la crítica y de la murmuración deben ser desarraigadas de la iglesia, pues contaminan la grey de Dios. Hay iglesias que crecen en cantidad de miembro rápidamente, sin embargo no logran sujetar a "sus ovejas", porque no aprendieran  a tejer "la cuerda de amor", ese " hilo invisible" que os mantienen unidos unos a otros. Vienen del mundo, como todos nosotros, y arrastran para dentro de su iglesia la parte mundana, sus debilidades, y quieren conservarlas a todo coste, como si fueran un tesoro, y no permiten que el Espíritu Santo les "empape con Su verdad" y les cambie; son vasos rotos pegados con cinta adhesiva. No pueden crecer en amor, en complicidad y en entrega, porque realmente no conocen al Autor de la vida y de la salvación; el Consumador de la fe, Jesucristo, el Hijo de Dios.
La base de todo que existe es el amor; no hay otro sentimiento más importante y más grande que éste.
El amor es el olor fragante que sube al trono de Dios. En Su palabra Dios enfatizó bien el motivo porqué envió a Su único Hijo Jesucristo al mundo para morir en una cruz: por amor a nosotros, la humanidad (Juan 3:16). La iglesia tiene que primar (destacar) por el amor que os une unos a otros, El amor debe hablar más alto y más fuerte que cualquier predicación, testimonio o servicio prestado a Dios. Si queremos conocer el verdadero amor debemos leer con mucha atención 1ª de Coríntios 13, veamos: " Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor".
Hasta para orar es necesario que amemos, porque si no sentimos amor por los que vamos a orar, ¿cómo podremos orar una oración eficaz y poderosa por las personas, por la ciudad por la cual estamos intercediendo, o simplemente al servicio a Dios?
El amor tiene que ser la flecha que lleva la oración a alcanzar el blanco, la diana; ¿y qué es la diana para uno que ora? Es el corazón de Dios. Si no es así, la oración será como una hoja seca, sin vida, llevada por el viento.
El amor nos hace sentir dependientes; uno que ama realmente desea agradar a su amado o amada. Nosotros que amamos a Jesús somos completamente dependientes de Él; deseamos agradarle en todo, porque sabemos que Él nos ama, con un amor incondicional y sin reservas, por eso se entregó en la cruz del Calvario por nosotros, entregó Su vida para regalarnos el perdón y la vida eterna. Por eso deseamos estar siempre con Jesús, hablarle a Él, agarrarnos a su mano, respirar Su aliento divino, y parecernos más a Él en todo, a cada día. Y es así que ocurrirá también con nuestros hermanos en la fe, que cuando vean que son verdaderamente amados, sin hipocresía, querrán estar con nosotros, ser como nosotros, y entonces podremos ser realmente como "una piña".
El perfume de las flores es que atraen a las abejas, ¿verdad? Las abejas vienen a las flores y se alimentan del polen y del néctar, y después llevan en sus cuerpos el polen a otras flores y las polinizan. El trabajo de la abeja obrera es producir la miel. Nosotros también debemos producir "la miel del amor" para alimentar a otros. ¿Y cómo podremos hacerlo? Fabricando buenos sentimientos y buenos pensamientos hacia los hermanos en la "colmena" de nuestro corazón y de nuestra mente. Produciendo compasión y misericordia por los más débiles en la fe y ayudándolos. Alentándonos unos a otros en las aflicciones, en fin, dando siempre un verdadero y sincero testimonio de amor cristiano, y viéndonos siempre a través de la sangre de Jesús con ojos de amor, como Dios nos ve.
Para que esto sea posible tenemos que hacer como las abejas: ir a la "Rosa de Sarón" y al "Lirio de los Valles" (Cantares 2:1), y alimentarnos de Su néctar de amor, y llevar en nuestro corazón el polen del amor  y polinizar a otros. Entonces, después de fecundados con ese polen de amor, empezarán a dar muchos frutos.
Jesús es la Rosa de Sarón, y el Lirio de los Valles (Cantares 2:1); Él es el río de agua viva (Juan 7:37b, 38), el Verbo, la palabra de Dios (Juan 1:1).
Nadie puede tener ese amor si no va primero a la fluente, y se alimenta hasta saciarse; por eso es muchísimo importante el tener una relación personal e íntima con Jesús. ¿Y cómo logramos eso? Dándole nuestro amor, teniendo un tiempo con Él "en lo secreto" todos los días; orando, leyendo Su palabra; dándole el primero lugar en nuestros asuntos y en nuestra vida; buscando conocerle más y más a cada día, y haciendo Su voluntad en todo. Agradeciéndole por Su bondad y misericordia, y buscando una intimidad con Él a tal punto que nos sintamos completamente enamorados. ¡Amén! Dios os bendiga.